SoloVINO 22/10/24

A la hora de planificar una comida, nos preguntamos a menudo en qué orden se deben servir los vinos. ¿Cuál es el momento adecuado para beber un vino determinado? Hay algunas pautas básicas, pero lo importante es asegurarse de que el matrimonio tenga sentido y disfrutarlo. Bestheim te ayuda a tener una idea más clara y a decidir qué vinos sacar de tu bodega.
REGLAS BÁSICAS PARA EL ORDEN DE SERVICIO DE VINOS

Empezar con burbujas como un refrescante y delicado Brut es una buena idea para refrescar el paladar y abrir el apetito; luego, los vinos blancos, seguidos por los rosados, luego vinos tintos y, finalmente, los vinos dulces.

No servir un vino estructurado o potente antes de un vino más ligero, ya que los taninos del primero opacarán el paladar del más suave y neutralizarán los aromas más frutales del segundo.
Al igual que ocurre con el orden de la comida, los vinos dulces se deben servir al final.

Ve aumentando gradualmente el nivel y reserva los vinos más complejos después de los más ligeros.
Sin duda, es difícil volver a la fruta fresca y la acidez vibrante de un vino joven después de probar los sabores de un vino añejo. Por ello, sirve primero los vinos jóvenes y afrutados, antes que los vinos maduros.

Y, por último, no olvides que si los vinos van acompañados de un maridaje, los platos también deben seguir el mismo criterio de secuencia. Pero lo más importante de todo es pensar en tu disfrute: guíate por estos consejos sin dejar de dar rienda suelta a tus gustos e imaginación, y no tengas miedo de experimentar y sorprenderte.
Por Raquel Morales / LPgm
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