AMOR, VINO Y CARNE

SoloVINO 02/07/2024

El eterno amor entre el vino y la carne: Tanino y proteína. ¿Por qué combinan tan bien? Acá te lo explicamos todo:

Primero, pensemos en la potencia e intensidad del corte, el aroma, el gusto y la textura. Estos son los elementos que debemos tomar en cuenta para alcanzar ese enamoramiento, ese balance, entre el vino y la carne.

El vino tiene ese punto que se llama equilibrio; esto indica que es redondo, armonioso. Si hablamos de vinos tintos que sean equilibrados entre los taninos, la acidez y el alcohol, estos tres puntos jugarán un papel importantísimo al momento de maridarlos con nuestras carnes.

• La acidez es un elemento clave que nos aporta frescura en el paladar, evita que este se fatigue, se canse o se empalague y hace que los elementos estén unidos.

• El alcohol potencia, da fuerza y ayuda a equilibrar en boca los cortes con contenido graso más alto.

• Y, por supuesto, están los taninos, los cuales en el maridaje con alimentos de mayor contenido graso crearán un equilibrio de sabores y texturas. Estos alimentos ricos en grasa lubrican la boca, mitigando la sensación de astringencia del vino proveniente de los taninos y, por ende, suavizando el impacto de estos en boca. A su vez, el tanino que da esa potencia y estructura al vino, al mezclarse con este tipo de proteínas, hará que sean más digeribles, menos pesadas y más saludables.

En el caso de cortes con mayor marmoleo o grasa intramuscular, necesitamos vinos tintos más potentes, con mayor contenido alcohólico, buena acidez y también con pasos por barrica más prolongados; vinos más intensos, de mayor estructura y complejidad como el Tannat, Petit Verdot, Syrah o Cabernet Sauvignon.

Si optamos por cortes magros, irán mejor con vinos con taninos no tan intensos y de complejidad moderada, como un Malbec joven, un Merlot, Marselan o un Carmenere que tengan nada o poco paso por barrica.

El tipo de maridaje es: a más contenido graso en la proteína que consumamos, buscaremos vinos con más taninos, y mientras más magra la carne, buscaremos vinos con menor presencia de taninos.

Y, por último, no olvidemos probar y probar ya que los gustos y paladares son infinitos y recordemos también que los tan mencionados taninos además tienen múltiples beneficios para nuestra salud, limpiando arterias y trabajando como excelentes antioxidantes.

Raquel Morales

¿CUÁNTO DURA UN VINO ABIERTO?

SoloVINO 26/06/2024

Abrimos una botella de vino, no la terminamos y luego no sabemos cuánto tiempo puede durar el vino en buen estado. Nos ha pasado a todos. O nos la terminamos sí o sí, que no siempre es lo más indicado, o la guardamos. Vamos a ver cuánto dura el vino una vez abierta la botella.

CONVIENE SABER QUE EN CUANTO ABRIMOS UNA BOTELLA DE VINO COMIENZA LA CUENTA ATRÁS.

En los primeros minutos se produce una oxidación que hace que el vino “despierte”. De hecho, lo primero que hacemos al tomar la copa es moverla para que el vino se oxigene y se liberen sus aromas. ¿Qué sucede cuando dejamos el vino más tiempo del debido en contacto con el aire?

El vino se oxida: El oxígeno en pequeñas cantidades ayuda al envejecimiento del vino, pero cuando esas cantidades ya no son pequeñas, el vino, al estar demasiado tiempo en contacto con el oxígeno, evoluciona, pero a peor.

Componentes se volatilizan: Otra cosa que sucede es que muchos componentes interesantes del vino son volátiles, de manera que cuanto más tiempo estén en contacto con el aire, más se volatilizarán y desaparecerán… una pena.

¿CUÁNTO DURAN LOS VINOS UNA VEZ ABIERTA LA BOTELLA?

No más de 2 o 3 días con el corcho, y si tenemos un vaciador de aire, durará el vino un poco más. Generalizando:

• Vino blanco y vino rosado durarán unos 3 días.

• Vino tinto joven puede durar hasta 1 semana porque se oxida con mayor lentitud que el vino blanco. Cuantos más taninos tenga el vino, más durará la botella abierta.
  

• Vino tinto envejecido o ligero (con menos taninos) durará unos 3 días.
  

• Vino espumoso entre 24 y 36 horas si contamos con un buen tapón para espumosos.
  

• Si el vino ha sido decantado, bébetelo cuanto antes porque ya ha tenido su buena dosis de oxidación.

¿CÓMO CONSERVARLOS UNA VEZ ABIERTOS?

Existen unas bombas de vacío que succionan el aire de la botella y minimizan así el efecto nocivo del oxígeno. La succión se realiza a través de un tapón especial que queda en la botella.

Lo ideal es hacer el vacío en la botella cuando no vayamos a beber más vino y conservar la botella en el frigorífico y siempre en posición vertical. ¿Por qué? Porque el frío ralentiza el proceso de oxidación, y la posición vertical hace que la superficie del vino en contacto con el oxígeno sea menor que si la posición es inclinada u horizontal.

Importante: si el vino es tinto, debemos recordar sacarlo del frigorífico un tiempo antes de beberlo de nuevo para que alcance la temperatura ideal, alrededor de 18 ºC.

Pero cuidado con el frío: no nos eternicemos con él en el frigo porque el frío también hace que el vino pierda propiedades.

¿CÓMO RECONOCER UN VINO OXIDADO?

Es lo más sencillo: mal aroma y sabor. No hay que ser un entendido para detectarlo. Sencillamente, no te gustará.

Y lo más importante: el vino es para disfrutar de él. Si no te gusta, no te lo tomes, esté o no esté oxidado, o acorchado o lo que te cuenten. Si te gusta, disfruta de él; si no te gusta, abre otro vino distinto. El mejor vino es el que más te gusta, esté como esté.

TOMAR Y CORRER

SoloVINO 19/06/2024

Acabó la Maratón de Londres habiendo catado 25 tipos de vino distintos durante la carrera; una forma surrealista de correr una carrera de más de 40 km.

La carrera en la capital británica, conocida por los extravagantes récords Guinness que año tras año se baten, fue la elegida por Gilbey para llevar a cabo su reto y recaudar así fondos para el Sobell House Hospice Charity de Oxfordshire, donde se encuentra ingresada su madre.

En vez de hidratarse en los tradicionales avituallamientos, Gilbey se detuvo a cada milla para probar un vino distinto, tratando de adivinar su origen. Corrió con la copa atada al portadorsal y este lunes publicó el vídeo de la carrera, que rápidamente se hizo viral en las redes sociales.

Gilbey pretendía recaudar 2.500 dólares para la organización benéfica Sobell House en Oxford, que cuidó a su madre en sus últimos días. Superó con creces su objetivo inicial al recaudar más de 16.000 dólares.

Gilbey se propuso el desafío de probar vino mientras corría la distancia de 42.195 kilómetros —equivalente a 26,2 millas— de la carrera principal en Londres el 21 de abril. Por lo tanto, en cada milla, el corredor se detuvo una vez para probar 4 copas de vino diferentes y debía adivinar el tipo de uva, el país de origen y la añada del vino.

De los 25 vinos que probó, tan solo se equivocó en cuatro y, gracias a su iniciativa, consiguió recaudar más de 10 mil libras. Un éxito para una aventura que, sin embargo, no es para nada recomendable para todos aquellos que quieran plantearse correr un maratón. El alcohol provoca una disminución de la coordinación y del equilibrio, así como un aumento del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea. Además, consumirlo durante el ejercicio supone un sobreesfuerzo para el hígado.