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- 17 jun 2024
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NOTICIAS 17/06/2024
Cocina del estilo mediterráneo Nicole Wille con la cocina de autor boliviana amazónica de Camila Lechín. Fue una experiencia increíble, que se convirtió en un laboratorio gourmet, sin prisas, sin pausas y sin apuros, para extraer de la mente de estas atrevidas chefs lo que tienen en mente y llevarlo al plato, sin ambages, sin barreras, con pasión.
El resultado de estas excelentes profesionales fue precisamente la armonía, la armonía entre dos puntos equidistantes que en el plato se convirtieron en la línea delgada que tiene que andar la cocina cruceña.
Armonía es la concertada y grata variedad de sonidos, medidas y pausas que resulta en la prosa o en el verso por la feliz combinación de las sílabas, voces y cláusulas empleadas en él. En gastronomía, armonía desciende al sentido del gusto, por eso lo que nos ofrecieron Nicole y Camila en Hapo fue una perfecta combinación de sabor, expresión visual y cadencias nutricionales en el pentagrama de la cocina.
La armonía comenzó con un “arancini siciliano”, una receta tradicional italiana muy apreciada dentro y fuera de la isla de la mafia. El arancini más popular en Sicilia es con ragú de carne, sin embargo, hay varios gustos: blanco (con mozzarella, jamón y, a veces, bechamel), con espinacas, con setas u hongos que es el que estuvo en la mesa de Hapo.
Siguiendo con los guiños italianos, el siguiente acto fue una ensalada de palmito, rúcula, stracciatella, pesto de albahaca y cajú; que dio entrada a los ñoquis de palta con salsa roquefort y trucha curada aromatizada con albahaca.
El paso armoniosamente contundente fueron las albóndigas amazónicas de cerdo con salsa de tomate y especias marroquíes (mix de especias propias del Oriente Medio como comino, cúrcuma, jengibre, pimienta negra, pimentón, semilla de anís, etc.). Todo ello acompañado por un puré de papa, crema agria, castañas y tomate amazónico.
La velada con un do de pecho, que levantó la admiración de un “Bravísimo gourmet”, lo puso la almendra chiquitana con mousse de chirimoya y el tiramisú de chocolate.
Este es uno de los muchos ejemplos de gran altura gastronómica que se dan en Santa Cruz y que, a partir de julio, una vez al mes entre la Academia Boliviana de Gastronomía y la Academia del Vino, podremos disfrutar una vez al mes en “Las noches de los grandes chefs”.
