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  • 23 jul 2024
  • 2 Min. de lectura

SoloVINO 23/07/2024


Cuando disfrutamos de una copa de vino, nuestros sentidos se embarcan en una exploración donde olfato y gusto trabajan en armonía. Aunque, curiosamente, ambos no tienen la misma capacidad para distinguir los aromas. Aquí, les explicaremos el porqué de esta dualidad y su incidencia en nuestra apreciación del vino.


INTERPRETANDO LOS AROMAS DEL VINO


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La degustación de vino es una experiencia multisensorial. Nuestro olfato se apodera de los aromas desprendidos por el vino, mientras nuestro gusto siente la sinfonía de sabores en boca. Pero, ¿qué ocurre realmente cuando bebemos vino?


Paradójicamente, no son nuestras papilas gustativas las encargadas de trabajar la parte aromática del vino, sino nuestros receptores olfativos. Al acercar la nariz al vino, las moléculas aromáticas entran en contacto con estos receptores olfativos, enviándolas directamente al cerebro para su interpretación.


Sin embargo, no todas las moléculas tienen la misma volatilidad, es decir, no todas tienen la misma facilidad para evaporarse y ser captadas por los receptores olfativos. Así, los aromas frutales, florales o los compuestos sulfurados suelen ser los primeros en percibirse. Para desentrañar todos los matices, a menudo es necesario airear el vino, facilitando la liberación de los aromas menos volátiles.


NUESTRA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DE LOS AROMAS


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Cada individuo experimenta los sabores y aromas de una manera única, dada la diversidad natural de nuestro organismo. Esto explica las notables diferencias entre los expertos en vino, entrenados para distinguir sutilezas, y los bebedores ocasionales.


Con paciencia y práctica, se pueden mejorar nuestras habilidades de cata, aprendiendo a comparar vinos y recordar los perfiles aromáticos más comunes. Así, cada uno será capaz de descubrir su gusto personal y seleccionar los vinos que más se ajusten a sus preferencias.


DISFRUTANDO PLENAMENTE DE LOS AROMAS DEL VINO


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Para disfrutar en su totalidad de los aromas del vino, hay algunos tips que se pueden seguir:


  1. Selección del recipiente: Es importante usar una copa adecuada al tipo de vino que se está degustando. Algunos vinos requieren un recipiente con una abertura amplia para facilitar la aeración; otros, necesitan un vaso con una apertura más estrecha para concentrar los aromas.

  2. Temperatura de servicio: La temperatura a la que se sirve un vino puede cambiar radicalmente su sabor. Los vinos blancos suelen servirse más frescos para mantener la frescura de sus aromas, mientras que los tintos se sirven un poco más calientes para liberar sabores más complejos.

  3. Aireación y decantación: Para los vinos con más cuerpo o envejecidos, la aireación puede ayudar a liberar sus complejos aromas. Para los vinos más jóvenes o con un alto contenido en taninos, la decantación puede suavizar e intensificar sus aromas.



Incluir estas técnicas en nuestra rutina de cata nos permitirá adentrarnos en la complejidad del mundo del vino y disfrutar más aún de sus matices. Después de todo, el vino no es solo un producto, sino una experiencia sensorial completa.


Fuente: Víctor Escudero Arranz NOTICIAS del VINO

 
 
 
  • 18 jul 2024
  • 2 Min. de lectura

SoloVINO 18/07/2024


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En Bolivia, en estos últimos años, ha subido notablemente el consumo de vino. Podemos asegurar que ya es algo que definitivamente jamás pasará de moda. Nuevas variedades se van consolidando en nuestro país; de esta manera, se van renovando los sabores o surgen nuevas bodegas, lo cual genera que esta cultura esté en constante movimiento.


Con el nacimiento de la Academia del Vino y al comprobar que en restaurantes y bares de copas se tienen experiencias únicas, desde dispensadores innovadores hasta “happy hours” y catas, el consumo de vino se transforma en una experiencia más relajada y versátil, no solo limitada a acompañar la comida.


Cada vez son más los restaurantes que apuestan por buenas bodegas de vino, tanto en variedad de etiquetas, bodegas y procedencia de distintos países. También cabe resaltar cómo los espumantes, ya sean locales o de otros países del Cono Sur, están presentes en las mesas y, poco a poco, se acostumbra a un maridaje vertical, desde el comienzo hasta el final de los ágapes con espumante.


Otra de las cosas que hace que el consumo mejore es la estabilización de precios. Ya profetizamos que aquellos que quisieron ordeñar la vaca exageradamente, cargando la copa de un vino de escasa calidad a 48 pesos, caerían por su propio peso y que no lleva a ningún lado, han ido cerrando el establecimiento. El vino no es un elemento para aprovecharse de él para ganar plata por un simple descorche.


Todavía nos queda mucho camino para bajar los precios en los restaurantes y que el vino deje de ser la gallina de los huevos de oro.


Como recomendación, aconsejamos mimar al vino, pues el vino vino para quedarse y, si se le acuna, acaricia y cuida, podrá por sí mismo llevar a nuestra gastronomía al nivel que todos deseamos.


RAMÓN FREIXA

 
 
 
  • 9 jul 2024
  • 2 Min. de lectura

SoloVino 09/07/2024


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El vino más antiguo del mundo es de Sevilla (España), concretamente de la localidad de Carmona. Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha descubierto un recipiente funerario que contenía los restos de vino más antiguos encontrados hasta la fecha. Se trata de un vino blanco de más de dos mil años de antigüedad, un hallazgo inédito que bate el récord de la botella de Espira, que hasta ahora era el hallazgo arqueológico de vino más antiguo del mundo.


EL VINO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO


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Un mausoleo romano descubierto en el año 2019 en la localidad sevillana de Carmona es el lugar donde se ha encontrado el vino más antiguo del mundo. Se trata de una urna funeraria que contenía un líquido rojizo que, después de un exhaustivo análisis químico, se ha determinado que era vino blanco de más de dos mil años de antigüedad.

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El hallazgo bate el récord que hasta ahora tenía la botella de Espira, un recipiente que se encontró en una tumba alemana del siglo IV d.C.



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En declaraciones a ElDiario.es, el arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona, Juan Manuel Román, afirma que "fue muy sorprendente porque cuando encontramos las urnas durante la excavación dimos por hecho que contenían huesos; nunca nos hubiéramos imaginado que pudiera haber líquido".


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Una vez desenterrado el hallazgo, los arqueólogos lo llevaron al laboratorio. Allí se comprobó que el líquido no procediera de filtraciones en la urna o de la condensación de la humedad del ambiente. Una vez descartadas estas dos hipótesis, se procedió al análisis químico y se determinó que el líquido era vino.


NINGUNA CERTEZA, MUCHOS INDICIOS


Es prácticamente imposible determinar con total exactitud el tipo de líquido que contiene un recipiente de la época romana de más de dos milenios de antigüedad. Hay muchos factores que juegan en contra de la conservación de los restos arqueológicos, el primero de los cuales es el tiempo. Lo que sí tienen los investigadores son indicios muy fiables del tipo de contenido de la urna.


El catedrático del Departamento de Química Orgánica de la UCO, José Rafael Ruiz Arrebola, explica en ElDiario.es que "certeza absoluta no podremos tener nunca, pero tenía cierta confianza en que era un vino blanco, porque en el análisis químico no aparece el ácido que proviene de la descomposición de la antocianina más abundante y aparece en los vinos tintos". Un hallazgo de hace veinte siglos que permitirá a los investigadores descubrir secretos del pasado para poder seguir mirando al futuro.


FUENTE: Nacional Cat

 
 
 

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