GastroTOUR 03/01/2025
Alrededor de una mesa, muchos jefes de Estado y gobierno han tomado decisiones y cerrado negocios que, en ocasiones, han cambiado la historia de sus países. La comida tiene ese poder.
Un embrujo del que son responsables los chefs personales de los jefes de Estado.
Éstos, además de preparar el menú diario de los presidentes, organizan también cócteles, comidas y cenas a las que acuden representantes de todo el mundo. Estos chefs, conscientes del papel trascendental que juegan, decidieron en 1977 seguir el ejemplo de sus jefes y reunirse anualmente en una cumbre culinaria que este año ha aterrizado en Madrid.
Para conseguir la membresía, es indispensable cumplir con un requisito: ser cocinero de un jefe de Estado. Así lo explica su secretario general, el francés Gilles Bragard, quien hace casi 40 años, cuando aún estaba al frente de una importante firma de chaquetillas de chef, fundó este colectivo con el fin de impulsar una red de camaradería y cooperación entre los cocineros personales de los políticos y monarcas más influyentes del planeta.
El Club Chefs des Chefs reúne en la capital española a 19 jefes de cocina de los presidentes de gobierno y jefes de Estado de países de todo el mundo. Una cita con la que pretenden conocer a fondo la cultura gastronómica y el producto local español, y ayudar a una buena causa.
De esta forma tan casual, Gilles Bragard fundó ese mismo año The Club des Chefs des Chefs, una organización sin ánimo de lucro que, a día de hoy, cuenta con un total de 25 chefs de todo el mundo.
Y es que ser el jefe de cocina de los presidentes y jefes de Estado es una profesión de gran responsabilidad. No pueden revelar cuál es el plato preferido u odiado de sus jefes, una cuestión que ellos definen como “confianza”, pero que en algunos países como Italia o Francia se sella con contratos de confidencialidad.
Sin embargo, este mutismo se rompe para intercambiar pareceres con compañeros de profesión. Y es que, según cuentan ellos mismos, cuando un jefe de Estado viaja al país de algún chef miembro, éstos utilizan el “teléfono azul” para hablar con sus compañeros del club y descubrir los gustos y manías del invitado.
Algunos de estos chefs llevan años trabajando en las cocinas del palacio presidencial y sus platos han sido degustados por varios presidentes. En España, Juan Roca es el jefe de cocina del Palacio de la Moncloa, donde lleva 44 años trabajando. El chef ha cocinado para todos los presidentes de la democracia española, ya que su trabajo es independiente de la política. Como ellos mismos dicen, “un nuevo gobierno supone un cambio de hábitos de cocina, pero nunca de cocinero”.
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