GastroTendencias 06/07/2023
Gris Vermeer, azul dinastía, verde trigo... La adjetivación de los colores es tan inabarcable como la existencia misma de la humanidad sobre la Tierra. Los muebles del renombrado Jean Prouvé (Francia 1901-1984), considerado uno de los grandes referentes del diseño de mitad del siglo XX y que se han implementado en establecimientos gastronómicos especialmente en Francia, se relanzan bañados en una sugerente paleta de ocho colores definida con toda precisión y esmero.
El gris escogido remite al fondo del famoso cuadro La lechera, pintado en el siglo XVII por el neerlandés Johannes Vermeer, del que Prouvé era gran admirador. El verde recrea el trigo joven en ese momento preciso antes de tornarse pajizo y ser cortado. El azul dinastía evoca el óxido de cobalto en la porcelana azul y blanca de la dinastía Ming.
En los muebles de Jean Prouvé se reúne el ingenio constructivo, derivado de su formación de herrero antes que diseñador, con la sensibilidad por el color que le transmitió su padre, artista pintor. El aura de un diseño lo infunden también los colores. Así lo creía Prouvé. El actual relanzamiento comprende tonalidades que ya figuraban en la carta de colores de Ateliers Jean Prouvé, la compañía que fundó y desde la que produjo su propio mobiliario hasta 1954. Una cromática que aplicaba en diferentes proyectos de arquitectura y en elementos de acero de sus muebles.
Esta nueva inyección colorista de la mano de Vitra llega en el contexto de superación de un final de siglo XX presidido por la cromofobia, donde todo era gris y ocre. Y una progresión del XXI empeñado en que nos adentremos en el fascinante influjo de los colores.
Con infinidad de matices que connotan los interiores donde vivimos y que están contribuyendo a reimpulsar las colecciones de muebles de grandes diseñadores del siglo XX y sus piezas más icónicas.
Junto al resto de los colores: rojo japonés, negro profundo, azul Marcoule y blanco paloma, se encuentra el tono metal brut. Es una excepción donde se ha recurrido al propio color del acero recubierto con un acabado protector transparente.
Y quiere ser la expresión honesta del material, dejando al descubierto soldaduras y los puntos de conexión. Se trata de un color no coloreado que evoca la faceta más industrial de Jean Prouvé, y sus desarrollos pioneros en la producción de mobiliario seriado y en una arquitectura de componentes prefabricados metálicos, con el punto de mira puesto en un mercado de la edificación industrializada.
FUENTE: MAGAZINE LA VANGUARDIA
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