top of page

COCINAR DESPUÉS DE LOS 60

TENDENCIAS/INF/SCZ/gm/19-04-23


Es una obligación para unos y distracción para otros, muchas personas, en su mayoría hombres, alcanzan la edad de jubilación sin tener nociones básicas de cocina, pero nunca es tarde para aprender.

En su casa de Gregorio, de 70 años, su mujer cocinaba y él fregaba los platos. Nos comenta que “Salíamos a pasear, tomábamos un café y al volver mirábamos qué había en la nevera para comer. Se ponía en ello y en un momento lo tenía. Entonces no lo pensaba, pero ahora veo la diferencia entre ella y yo: ella era muy rápida y yo muy lento en la cocina

Gregorio habla de ella en pasado porque su mujer falleció y, desde entonces, tanto cocinar como fregar son quehaceres que recaen en él.


Pero el primero no resultó tan fácil como parecía observando a su mujer, así que decidió anotarse en una escuela de cocina. “Ya me desenvuelvo bastante mejor, aunque tengo que apuntar las recetas en una libreta porque, si no, no me acuerdo bien de los condimentos”, reconoce el viudo, que ahora cocina también para su hija, quien va a visitarlo a diario.


En invierno prepara platos de cuchara o guisos, como porotos, lentejas y garbanzos. Gracias a los cursos, ha descubierto que esos mismos ingredientes en verano van muy bien en ensaladas: “Les echo cebolla, pepinillo, aguacate y huevo cocido y está muy bien porque no dejas de comer legumbres, pero sin pasar calor”.

Contreras es solo uno de tantos. El 73,7% de las mujeres son las únicas encargadas de preparar la comida en su hogar, frente al 36,8% de los hombres, según el informe sobre Alimentación en la sociedad del siglo XXI postpandemia, elaborado por la Fundación Mapfre con datos de 2022.

Y acostumbrados a delegar la responsabilidad de cocinar en manos ajenas, son muchos los que alcanzan la edad de jubilación sin saber freír un huevo.

Hay grupos en Santa Cruz que, en su frater, ya se ha puesto el delantal y preparan ellos la comida para los fraternos “Mi mujer se ha roto la cadera y ahora me toca cocinar a mí”, comenta sonriente Alfonso, de 79 años, mientras pica cebolla a una velocidad envidiable. También invitan a chef para que les den clases, lo último que cocino Alfonso fueron unas “papas revolconas” al pique macho y con alegría nos dice que “El cambio que ha pegado es brutal estos juntes sirven para quitarse el miedo a cocinar y que aprendan la terminología: lo que es pochar, los cortes en juliana… y con internet ya somos capaces de hacer cualquier receta”


Con la cocinada aflora en ellos la amistad y un aprendizaje muy valioso, Esteban nos comenta “Yo no tenía ni idea de cocinar y ahora me gusta porque aquí hacemos experimentos que luego desarrollas en casa y te sientes orgulloso de poder realizarlo. A mi mujer le gusta que aprenda”, y si después de la cena sobra algo cada uno saca su tapeke y se reparten la comida para llevársela a casa.

Comments


bottom of page