Noticias/INF/SCZgm/25-03-2023
El último grito en gastronomía es el “Bustronome”, un comedor sobre ruedas que recorre los monumentos más emblemáticos de la capital británica mientras se disfruta de un exclusivo menú.
Unas 20 personas hacen cola en la parada del autobús 40B de Victoria Embankment de Londres.
Son las 12 del mediodía y esperan la llegada del Bustronome, un enorme autobús de dos pisos típicos de la capital británica, aunque en esta ocasión es de color negro, y no rojo. A lo lejos de la concurrida avenida paralela al Támesis, aparece el gran vehículo. Una vez estacionado, sale un sonriente chófer de uniforme que extiende una alfombra entre dos elegantes postes frente a las puertas laterales que delimita la subida de los pasajeros.
Las enormes letras Voyage Gourmand junto a un tenedor en la carrocería proporcionan las pistas de que, pese al techo panorámico y acristalado de la parte superior, no se trata (sólo) del típico autobús turístico que recorre los enclaves más emblemáticos de la ciudad. Éste va más allá.
En realidad, se trata del último grito en restauración en Londres: un elegante comedor sobre ruedas exquisitamente decorado que ofrece a diario una experiencia gastronómica única mientras se disfruta de un viaje entre monumentos icónicos de la capital británica.
Las mejores vistas del Big Ben, la Torre de Londres, la catedral de San Pablo o de la abadía de Westminster, entre otros, van acompañadas de un menú exclusivo de mínimo cuatro platos (dependiendo de si es cena o almuerzo), vino y champán.
Este original e innovador concepto nació en París en 2014 de la mano de los emprendedores franceses Jean-Christophe Fournier y Bertrand Mathieu, quienes decidieron costumizar un autobús que combinara alta cocina francesa, un lujoso espacio decorado con paneles de madera, sillas y mesas de diseño y cubertería y cristalería finas y un recorrido por los lugares más bonitos de la capital francesa.
Tras el enorme éxito de París, donde tienen cuatro double deckers, los jóvenes empresarios no dudaron en trasladar la idea a Londres. La pandemia dificultó el proceso, pero por fin, desde mayo de 2021, un mínimo de dos vehículos Bustronome (uno para la comida y otro para la cena) recorren todos los días las calles más turísticas de la capital.
Según su fundador y director, Jean-David Guyard, desde su inauguración, unas 35.000 personas han probado ya este restaurante móvil, en el que es casi imposible conseguir sitio los fines de semana: "Hay una larga lista de espera", asegura.
El servicio de almuerzo dura una hora y 45 minutos y consta de cuatro platos, dos vasos de vino y café o té (precio: 90 libras), mientras que el de la cena, con un recorrido de dos horas y media, incluye seis platos, vino y una copa de champán (150 libras). Entre las propuestas se encuentran langosta en salsa cremosa, salmón con verduras o pollo relleno.
"Nuestros menús están inspirados en lo mejor de la alta cocina británica, elaborados con un toque francés, que elaboran reconocidos chefs", dice Guyard. Según el directivo, los platos se preparan en la cocina que tiene la empresa en la capital británica, pero se finalizan y se dan los últimos toques en el autobús. "Cambiamos los menús cada dos meses".
PENSADO AL DETALLE
Todo está pensado y diseñado al detalle en el Bustronome. En cada autobús trabajan, además del conductor, dos camareros y el chef. En la planta baja se ubican la cocina, cuyos amplios ventanales permiten ver desde el exterior al cocinero preparar los platos, y los aseos, mientras que en el segundo piso acristalado, y acondicionado como si de un típico bistró parisino se tratara, está el comedor con espacio para 38 comensales.
Las mesas, de cuatro y dos plazas (para los que se marean fácilmente es recomendable sentarse en la dirección de la marcha), cuentan con soportes para evitar que se derrame la bebida de las copas con el traqueteo y los frenazos del autobús, y unos imanes sujetan los cubiertos junto al plato para colocarlos mientras el cliente saca fotos tranquilamente de los monumentos más bonitos.
Una agradable música acompaña a los comensales durante el recorrido, pero también se puede hacer uso de las innovadoras audioguías individuales en forma de bolígrafos que informan de la historia y las anécdotas más interesantes de los enclaves por los que va pasando el autobús. Están disponibles en nueve idiomas y funcionan con el mapa del recorrido que aparece en la parte de atrás del menú.
FUENTE: www.bustronome.com
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